sábado, 29 de octubre de 2011

Pequeñas transformaciones

BESTÅ Estantería, blanco Ancho: 60 cm fondo: 20 cm Altura: 192 cm Peso máximo/balda: 13 kg
Ya que me voy a cambiar pronto de casa, he empezado a ver qué muebles me pueden valer y dónde los colocaré en la nueva casa.
Y estoy empezando a transformar alguno de ellos para adecuarlos al nuevo estilo y a los nuevos colores que estoy eligiendo para pintar las paredes.

Este mueble era un mueble de Ikea y con papel pintado y cintas adhesivas de Leroy Merlin, lo he cambiado un poquito. Creo recordar que la estantería era de la colección  Billy o Besta.

¿Qué os parece el cambio?
Estoy pensando que lo voy a poner en mi dormitorio para llenarlo de cajitas con mis abalorios.




El papel pintado tiene relieve y, no sé si se aprecia bien, pero el relieve bajo no es gris, sino plateado. Me encanta. Seguro que lo utilizaré en más sitios.

Bueno, en realidad ya lo he hecho y he forrado tambien un paraguero.




miércoles, 26 de octubre de 2011

El mundo bloguero

Es maravilloso. Este mundo de blogs me está atrapando. No lo digo por escribir el mío, que está claro que mi producción es superreducida. Lo digo porque cada día son más blogs a los que me engancho y que me parecen espectaculares. Hay que ver cómo se lo curra la gente. Ya me gustaría a mí hacer la mitad de bien mi blog que lo que estoy viendo a los demás.

En breve me voy a cambiar de casa y ando mirando fotos y buscando ideas para la decoración del nuevo hogar. Y la lista de blogs cada día es más larga. Las fotos son geniales.

Blogs de decoración que voy consultando:

 Mi agradecimiento a todos por vuestro trabajo.

lunes, 17 de octubre de 2011

Una Cuesta de Septiembre un poco más dura

En España, hablamos de la "Cuesta de Enero" que, tras los excesos de las Navidades que sobre todo afectan al bolsillo, parece que no se llega a final del mes de enero. Pero deberíamos hablar de la "Cuesta de Septiembre", al menos yo la llevo mucho peor. No sólo afecta al campo económico (comprar los libros y uniformes de los niños, cambio de ropa de temporada, los gastos excesivos del verano, ...) sino también al campo psicológico (vuelta al trabajo y al cole, a las obligaciones diarias, las revisiones médicas, las tutorías ...). No hay tiempo para nada.
Este año la cuesta de septiembre ha venido acompañada de una muy mala noticia. A una de las mamás del grupo de amigos del cole de mis hijos le han diagnosticado un cáncer. Cruel. Y entonces todo deja de tener importancia, parece absurdo que me preocupe porque no me ha dado tiempo a forrar todos los libros para que los lleven al día siguiente, o el esfuerzo que supone coger la rutina de levantarse, empezar con las peleas con los niños para que se vistan solos, se preparen las mochilas y al cole, y que te faltan calcetines del uniforme que no has comprado, o que el segundo día ya han hecho un agujero a los pantalones nuevos. Y que hagan los deberes, y que se duchen, y que cenen, y que se acuesten.
Todo deja de tener sentido cuando una noticia así sacude nuestra vida. Cruel porque el diagnóstico es malo. Cruel porque los plazos son tan pequeños que las Navidades se ven como una cima inalcanzable. Cruel porque ella está llena de vida, porque es de las más animosas del grupo, porque su hija más pequeña tiene sólo nueve años.
Este año la cuesta de septiembre se va a alargar. Ojalá se alargara muchos años.